El costo de los diputados

El costo de los diputados bonaerenses

El aumento presupuestario para la Cámara de Diputados bonaerense de 34 millones de pesos ha provocado una lógica inquietud en la opinión pública, tanto por el incremento en sí mismo, de aproximadamente el 30% con respecto al año último, como por las denuncias de legisladores vinculados con el gobernador Felipe Solá acerca de los fines espurios que esconde esa mayor partida de fondos.

Más sospechas aún genera el hecho de que el aumento presupuestario de 117 a 151 millones de pesos para el cuerpo legislativo fue adoptado virtualmente entre gallos y medianoche, tras el retiro del recinto de un importante grupo de diputados del PJ que responden al mandatario provincial.

Si se divide el monto presupuestado por los 92 integrantes del cuerpo se llega a la conclusión de que cada diputado tiene un costo de 1.641.000 pesos, que parece desproporcionado.

Representantes del sector duhaldista, que impulsó el incremento del presupuesto legislativo, justificaron tal aumento ante la necesidad de una recomposición salarial de los empleados de la Cámara de Diputados. En tal sentido, el presidente del cuerpo, Osvaldo Mércuri, aclaró que se trata de un "presupuesto de previsión" y no "de ejecución", por lo que "aquello que no llegue a utilizarse pasará a ser crédito del nuevo ejercicio de 2006". Una explicación obvia, dado que todo presupuesto apunta a prever los gastos y recursos para el año entrante.

El titular de la Cámara también explicó que el aumento aprobado está dirigido a atender erogaciones por incrementos salariales al personal, así como previsiones por eventuales pagos retroactivos en función de sentencias judiciales que declararon inconstitucional un recorte salarial dispuesto en 2001 por el entonces gobernador Carlos Ruckauf.

En el peor de los casos, la suma de todos esos conceptos no llega a justificar el incremento de 34 millones de pesos en el presupuesto del cuerpo, sino un monto menor. Y en el mejor de los casos, habría que cotejar el criterio expresado por el presidente de la Cámara con el de otros legisladores que se oponen al reajuste presupuestario, para quienes la mejora salarial de los empleados podía arreglarse con apenas 1.500.000 pesos.

En todo caso, si lo que se busca es mejorar los ingresos de los aproximadamente 1100 empleados de la Cámara, los legisladores debieron agotar los esfuerzos para achicar otros gastos seguramente prescindibles, algo que por cierto tendría que efectuarse seguramente en otras áreas de la administración provincial. Y desde ya que esas decisiones no pueden tomarse a libro cerrado, sino que se requiere un debate esclarecedor, con la presencia de todos los legisladores y a la vista de toda la ciudadanía.

Resulta chocante que, en momentos en que los ciudadanos bonaerenses son sometidos a una persecución impositiva como pocas veces vista, y en que la sociedad toda está extremando sus esfuerzos para cumplir con el fisco pese a la delicada situación socioeconómica, surjan actitudes tan poco ejemplares como las de los integrantes de la Cámara de Diputados provincial.

Es de esperar que los legisladores mediten seriamente sobre las delicadas consecuencias de su decisión y la revean, optando por deponer estériles pugnas partidarias como las que caracterizan al peronismo bonaerense y por anteponer el interés general.

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